En diciembre de 2009, Pedro completó en el Mundial de clubs de Abu Dhabi un pleno histórico, y no sólo por participar en la colección de títulos del 'PepTeam'. El canario había marcado en las seis competiciones que el Barça disputó y, de paso, ganó. Ayer, justo un año después y en Cornellà, certificó otro pleno para recordar, en apenas 16 jornadas de Liga. El Real Madrid en el clásico y el Espanyol en el derbi han probado ya su exquisita puntería. Con los dos huesos que más cuestan de roer, en los dos partidos en los que los tres puntos llevan un plus, Don Pedro provocó el éxtasis azulgrana. Xavi y Villa también anotaron en las dos citas, y el asturiano por partida doble, pero el canario fue esta vez inhumano. Por el doblete, pero también por cómo ideó otro tanto, por cómo rompió el partido con su velocidad, por su fiabilidad, por su persistencia y por abrir otra vez la lata.
Inmisericorde como siempre, recurriendo a sus tortuosos desmarques, aprovechando el traqueteo de los mecanismos azulgrana, el delantero clavó en poco más de un cuarto de hora su décimo gol de la temporada, el quinto en la Liga. Fue calcado al del Reyno de Navarra. Un hueco, una mirada a Messi, un pase vertical y otro tanto cruzado. Es la segunda asistencia del argentino, porque Pedro, un tipo tímido y educado, se entiende con todo el mundo. Maxwell, Adriano y Fontàs, por poner los ejemplos más extraños, han participado en alguna ocasión de sus fiestas. El espanyolista Didac Vilà debió pensar '¿por qué yo?
Pedro le dio un vuelco a su renqueante inicio de temporada. Dos goles en los 14 primeros partidos pero fue marcarle al Getafe y descorchar de nuevo su talento. Almería, Panathinaikos, Real Madrid, Osasuna y Espanyol... Aunque lo pareciera, no había rellenado su trabajo. Fiel escudero de Leo, le acompañó en una de sus cabalgadas para aprovechar el rechace de Kameni. Era el 0-3 y el canterano golpeó la mesa con su martillo dictando visto para sentencia. Su golnúmero 11, la mitad de los 23 logrados en la 2009-2010.
Pecó incluso de generoso cuando en la segunda parte, recorrió todo el campo y ante la desesperada salida de Kameni prefirió cederla sin suerte a Messi. ¿Qué se puede esperar de un tipo que le da vergüenza salir en las portadas? Pues que quiere hacer felices a todos. Y lo logró arrollando al Espanyol con sus cinco marchas.
Inmisericorde como siempre, recurriendo a sus tortuosos desmarques, aprovechando el traqueteo de los mecanismos azulgrana, el delantero clavó en poco más de un cuarto de hora su décimo gol de la temporada, el quinto en la Liga. Fue calcado al del Reyno de Navarra. Un hueco, una mirada a Messi, un pase vertical y otro tanto cruzado. Es la segunda asistencia del argentino, porque Pedro, un tipo tímido y educado, se entiende con todo el mundo. Maxwell, Adriano y Fontàs, por poner los ejemplos más extraños, han participado en alguna ocasión de sus fiestas. El espanyolista Didac Vilà debió pensar '¿por qué yo?
Pedro le dio un vuelco a su renqueante inicio de temporada. Dos goles en los 14 primeros partidos pero fue marcarle al Getafe y descorchar de nuevo su talento. Almería, Panathinaikos, Real Madrid, Osasuna y Espanyol... Aunque lo pareciera, no había rellenado su trabajo. Fiel escudero de Leo, le acompañó en una de sus cabalgadas para aprovechar el rechace de Kameni. Era el 0-3 y el canterano golpeó la mesa con su martillo dictando visto para sentencia. Su golnúmero 11, la mitad de los 23 logrados en la 2009-2010.
Pecó incluso de generoso cuando en la segunda parte, recorrió todo el campo y ante la desesperada salida de Kameni prefirió cederla sin suerte a Messi. ¿Qué se puede esperar de un tipo que le da vergüenza salir en las portadas? Pues que quiere hacer felices a todos. Y lo logró arrollando al Espanyol con sus cinco marchas.
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