Pep no quiso arriesgar lo más mínimo y dejó a Gerard Piqué en el banquillo para evitar que pudiese ver una tarjeta amarilla que hubiese sido la quinta y le habría impedido disputar el ‘clásico’ ante el Madrid del próximo 29 de noviembre.
Con Gaby Milito y Eric Abidal lesionados, las alternativas para acompañar a Carles Puyol en el centro de la zaga se reducían a los canteranos Andreu Fontàs y Sergi Gómez. Guardiola tiró de lógica y optó por Fontàs, quien llevaba dos semanas entrenando todos los días en el primer equipo. Mientras, Sergi Gómez -que también había viajado a Almería- fue el descarte de última hora de Pep.
Fontàs debutó con el primer equipo en Liga la temporada pasada, cuando en la jornada inaugural relevó a Piqué en los 7 últimos minutos del 3-0 al Sporting. Mientras, su primer partido como titular fue el pasado 26 de octubre en la ida de los dieciseisavos de la Copa del Rey ante el Ceuta (0-2).
PARTIDAZO PARA ENMARCAR
Sin embargo, no fue hasta ayer cuando Fontàs tuvo su primera oportunidad para formar en un once liguero. Y no sólo no desentonó, sino que demostró tener calidad de sobras para jugar en el Barça. El central de Banyoles, zurdo, se ubicó en el costado izquierdo y se mostró impecable, tanto en la compenetración con Puyol como en la cobertura a las subidas de Maxwell y no fue superado ni una sola vez por Goitom, Kalu Uche ni Piatti, los veloces atacantes almerienses. Además de todas estas virtudes defensivas, Fontàs exhibió su excelente salida de balón tanto en corto como en largo, lo que le valió para redondear su excelente partido con una asistencia de 70 metros que sirvió para que Pedro convirtiese el 0-4... y Fontàs se ganase el abrazo de todos sus compañeros como broche de oro a un partido inmejorable en el plano colectivo... e individual.
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