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domingo, 28 de noviembre de 2010

"EL GRAN CLASICO"

Los dos conjuntos llegan en un gran momento de forma, aunque tal vez incluso el pico sea superior en el caso del FC Barcelona, que empezó titubeante y le costó bastantes jornadas coger el ritmo y la contundencia que está mostrando en la actualidad. En cambio, el Real Madrid fue creciendo en línea ascendente y tal vez ahora haya notado un pequeño déficit en la parcela defensiva, en la que Iker Casillas vuelve a ser protagonista –no tanto como en anteriores temporadas, pero sí mucho más que en la primeras jornadas de liga–.

PORTERIA: Los dos mejores metas de la Liga

Son los dos mejores arqueros de la Liga con diferencia. En el inicio del torneo, Iker participaba menos que en campañas anteriores, pero ello no influyó para nada y ahora que debe ser protagonista en sólo dos o tres acciones, mantiene el mismo nivel que antaño. Eso demuestra el grado de concentración que mantiene en cada partido. Sigue fantástico bajo los palos en la que es su principal virtud, sacar balones increíbles; al mismo tiempo, sufre en su principal déficit, las salidas en los balones aéreos. Valdés se ha consolidado más tras su estancia con la ‘Roja’. Valiente hasta la saciedad en las salidas, es muy bueno en el uno contra uno forzando a los delanteros rivales a tomar decisiones y también más continuo en su rendimiento. Personalidad en ambos, que nunca se vienen abajo ante un error sino todo lo contrario. Ante la adversidad, más fortaleza.

DEFENSA: Perfil similar en dos zagas muy seguras

El Real Madrid ha mejorado mucho en defensa con la llegada de Mourinho. Es mucho más fuerte y sólido, pese a que en los últimos partidos los rivales les llegan con mayor facilidad. Al conjunto blanco no le importa defender cerca de su portería; en cambio, al Barça le encanta hacerlo lejos de su área para poder presionar muy arriba tras perder el balón en ataque. Para ello, necesitan tener las líneas muy juntas y estar agrupados. Sin esas premisas, la presión no sería posible. Ese es el gran riesgo en este encuentro, ya que a los madridistas les gusta jugar a la contra con un fútbol vertical y directo, por lo que el Barça habrá de tener mucho cuidado con las pérdidas de balón en tres cuartos de campo.

En la derecha y con un perfil similar, Ramos y Alves atacan mucho mejor que defienden. Más continuo y con mayor llegada el brasileño, pero mejor rematador el andaluz. Por la izquierda, Marcelo supera a Abidal en vocación ofensiva, pero el galo es mucho más sólido atrás y más rápido para reaccionar, hacer coberturas o recuperar la posición, aunque Marcelo también ha mejorado su aportación defensiva. En el eje de la zaga, mucho mejor salida del balón en los azulgranas. Puyol y Pepe destacan por su anticipación, una de sus mejores armas, aunque el luso tiene más lagunas defensivas y a veces parece perder la concentración e ir un poco alocado. Carvalho ha dado experiencia y seguridad a la zaga madridista. Muy seguro, sabe colocarse, arriesga poco con el balón y es peligroso a balón parado –ya ha marcado dos goles–. Piqué mejora a todos en la salida del balón, en los desplazamientos largos y cuando se incorpora a la medular para crear superioridad numérica.

CENTRO DEL CAMPO: Xavi y Xabi Alonso, los ‘cerebros’ del clásico

Transiciones defensa-ataque muy elaboradas, con mucha participación de efectivos, utilizando la amplitud del campo y la velocidad del balón. Esa es la creación blaugrana. Por su parte, el Real Madrid explota la velocidad de sus jugadores, con pases verticales a los espacios que dejan libres sus rivales y transiciones rapidísimas para explotar la velocidad de sus delanteros y aprovechar los espacios profundos. Amplitud azulgrana contra verticalidad blanca.

Xavi y Xabi Alonso llevan el mando en la organización y son los entrenadores dentro del campo. El azulgrana, con más cercanía al área rival y mayor capacidad para dar asistencias. También es más continuo en la participación del juego y marca el ‘timing’ que más interesa al equipo en cada momento. Xabi Alonso es más sostén y apoya por detrás a sus compañeros utilizando mucho más que Xavi el pase largo y los cambios de orientación, y menos el pase corto y las triangulaciones. Khedira y Busquets dan mayor equilibrio defensivo. El azulgrana participa más en el juego de toque, pasando el alemán más desapercibido, aunque según la mayoría es el que hace fuerte defensivamente a los de Mou. Khedira tenía mucha más llegada al área rival, aunque todavía no se ha visto al jugador que en el Stuttgart hacía bastantes goles. Iniesta y Ozil son parecidos en cuanto al desequilibrio con su cambio de ritmo, pero el blaugrana es mucho más participativo en el juego del equipo, aspecto éste que acusa Ozil, quien desaparece en determinados momentos del partido. Suele vivir más cerca de las porterías rivales que Iniesta.

ATAQUE: Messi y Cristiano, dos goleadores pese a que no son clásicos ‘nueves’

Ambos equipos presentan dos maneras de atacar totalmente diferentes. El ataque organizado, estático y posicional del Barça frente al ataque dinámico que necesita del desorden y del caos. El equipo de Guardiola ataca con el control absoluto del balón, casi siempre en sus pies hasta la asistencia final, mientras que los de Mourinho lo hacen con el balón ‘suelto’ por el césped. Velocidad del balón contra velocidad de sus jugadores de ataque, ésa sería la gran diferencia.

Los dos dependen mucho de sus estrellas: Cristiano Ronaldo y Messi. No se trata en ningún caso de la figura típica del delantero especialista en el gol, pero ambos son los mejores goleadores de sus equipos. Uno, potentísimo, chutador, más rematador –dispara a portería casi el doble que Leo–; el otro, rápido y más hábil para eludir a los defensores. Ambos gozan de libertad absoluta de movimientos, el argentino partiendo de falso extremo –11– y el luso, de falso ‘9’. Leo es más desequilibrio en jugada individual, aunque ha mejorado mucho en la combinación y, sin ser un ‘9’ específico, en esta campaña está consiguiendo destrozar a las defensas rivales con paredes por el centro de la zaga. Cristiano es más letal cuando tiene espacios libres por su potencia, por su velocidad y por su potente disparo, que lo convierte posiblemente en el mejor lanzador de faltas desde la frontal del área. Los dos hacen muchos goles, pero Messi está resultando más decisivo por la importancia de los suyos. Ha asumido la responsabilidad de echarse el equipo a sus espaldas cuando éste lo necesita, cosa que no sucede tan claramente con el luso.

El ‘9’ de siempre está representado por Higuaín y Villa, dos goleadores típicos relegados a un segundo plano por sus respectivas estrellas. Al argentino le recriminan que no ve puerta y que no da la talla en los duelos importantes –sobre todo en Champions–, pero es una garantía en la liga. Considero que es un excelente futbolista. Buen definidor con su derecha, muy móvil, buscando y ganado las espaldas de los centrales rivales y con movimientos profundos hacia la portería rival. Villa sigue adaptándose a una manera diferente de combinar, pero su sintonía con Messi es garantía de futuro. Se ve obligado a mirar mucho más a ambos lados para buscar las paredes y las combinaciones, cuando antes sólo tenía que mirar hacia la portería rival. Le gusta hacer la diagonal hacia dentro para buscar un disparo con su pierna buena, la derecha, aunque tampoco le pega mal con la izquierda.

Pedro y Di María son los jugadores más específicos de banda en los dos equipos. La evolución del tinerfeño ha sido espectacular pese a que no está marcando tantos goles como en la pasada campaña; eso sí, se está reencontrando con el gol. Además, aporta presión, ayudas defensivas, asistencias, paredes en la frontal del área y un esfuerzo enorme y generoso. Di María es una de las sorpresas agradables blancas. Es desequilibrante, posee un gran disparo con la izquierda y se siente cómodo a pierna cambiada para buscar el pasillo interior y chutar a portería. Es un explosivo, con un gran cambio de ritmo y... justito de reservas físicas.

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