Cada uno de los 33 goles que Leo Messi lleva esta temporada, 19 de ellos en Liga, tiene su historia, sea grande o pequeña. El de ayer no es una excepción. Aunque fuera de penalti, el crack azulgrana se sacó ayer una pequeña espina que tenía clavada desde el pasado 16 de octubre. Entonces, en un partido ante el Valencia, Leo contaba en el Estadi con una espectadora de lujo, su madre Celia, que no acudía a verle en casa desde la último jornada de la temporada anterior, ante el Valladolid, encuentro que sirvió para certificar el título liguero y en el que el argentino marcó dos goles. Aquel partido ante el Valencia se jugó un día antes de que se celebrara en Argentina el día de la madre y Messi tenía preparada una dedicatoria para la suya. Desgraciadamente y pese a que el Barça ganó (2-1), Leo no marcó y se quedó sin poder llevar a cabo su deseo. Anoche, en cuanto el argentino vio que el colegiado señalaba el punto de penalti tras una entrada de Henrique a Villa, supo que tenía una oportunidad para desquitarse. Borró de su mente la pena máxima que falló el pasado miércoles en Sevilla ante el Betis y ejecutó la de ayer a la perfección. Entonces, levantó su camiseta azulgrana y mostró al mundo una dedicatoria tan sencilla como entrañable. "Feliz cumple, mami" era el mensaje de Leo a Celia, quien todavía se encuentra en Barcelona. Cuenta saldada y otra preocupación menos para el mejor jugador del mundo.
Entre Messi, Pedro, Iniesta y compañía lograron calentar el gélido ambiente del Camp Nou. Hubo brusca bajada de temperaturas en Barcelona, pero fidelidad absoluta. Pese a que anoche el termómetro que esta misma semana había señalado hasta 15 grados llegó a estar en 3, con una sensación térmica de 1, los seguidores azulgrana no quisieron perderse una nueva actuación de sus estrellas. 70.072 espectadores se dieron cita en el Estadi, se abrigaron todo lo que pudieron y se prepararon para otra victoria de sus ídolos. Lo tempranero del gol de Pedro y lo tremendamente sencillo que pareció el triunfo de ayer a ojos de los presentes restó emoción y por ende transmitió a la grada menos sensaciones que otras veces. Pero el público había acudido a intentar disfrutar y lo hizo más que con la intensidad del juego, con los detalles. Coreó el nombre de Messi, el de Pedro, el de Iniesta, el de Xavi... hizo la ola y volvió a marcharse satisfecho y orgulloso de los suyos. A medida que bajaba el mercurio, subía la temperatura de la grada. Como también aumentó la distancia con el Real Madrid, ya a siete puntos. Más les vale a los blancos espabilar hoy ante el Mallorca si no quieren que se hielen sus opciones en la Liga
Entre Messi, Pedro, Iniesta y compañía lograron calentar el gélido ambiente del Camp Nou. Hubo brusca bajada de temperaturas en Barcelona, pero fidelidad absoluta. Pese a que anoche el termómetro que esta misma semana había señalado hasta 15 grados llegó a estar en 3, con una sensación térmica de 1, los seguidores azulgrana no quisieron perderse una nueva actuación de sus estrellas. 70.072 espectadores se dieron cita en el Estadi, se abrigaron todo lo que pudieron y se prepararon para otra victoria de sus ídolos. Lo tempranero del gol de Pedro y lo tremendamente sencillo que pareció el triunfo de ayer a ojos de los presentes restó emoción y por ende transmitió a la grada menos sensaciones que otras veces. Pero el público había acudido a intentar disfrutar y lo hizo más que con la intensidad del juego, con los detalles. Coreó el nombre de Messi, el de Pedro, el de Iniesta, el de Xavi... hizo la ola y volvió a marcharse satisfecho y orgulloso de los suyos. A medida que bajaba el mercurio, subía la temperatura de la grada. Como también aumentó la distancia con el Real Madrid, ya a siete puntos. Más les vale a los blancos espabilar hoy ante el Mallorca si no quieren que se hielen sus opciones en la Liga
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