Lo hacía tras un vuelo movidito, en el que las condiciones metereológicas que azotan la cordillera cantábrica provocaron alguna que otra turbulencia. Y es que la ciudad gallega recibió al Barça con el cielo cubierto de nubes y una temperatura de 13 grados.
Tras su llegada, los 21 jugadores que forman la expedición se desplazaron hasta el hotel de concentración, donde descansarán hasta el momento de trasladarse hasta Riazor.
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