A pesar de que la postura oficial del Real Madrid es que la remontada mañana en el Camp Nou es posible, lo cierto es que de puertas para dentro, todo el mundo da por hecho que los de Mourinho caerán ante el Barça. Ante este panorama, la principal consigna que ahora mismo reina en el Santiago Bernabéu es la de morir matando. Es decir, que mañana en el Camp Nou, el Real Madrid hará todo lo posible para que, si ellos no pasan, el máximo número de jugadores azulgrana se pierdan la final de Wembley.
La táctica es desquiciar a los de Pep Guardiola para que sean expulsados, la única posibilidad de que no estén en Wembley el próximo 28 de mayo, ya que los jugadores con amarillas pasarían limpios a esa final. Los 'elegidos', por llamarlos de alguna manera, son Leo Messi, Sergio Busquets y Dani Alves. Este trío ya se puede ir preparando porque van a ser el objetivo blanco para provocarlos con el fin de que pierdan los nervios y caigan en la trampa blanca. Evidentemente, el resto de azulgrana también tienen que estar atentos porque no van a ser impunes a la estrategia blanca.
Es la última bala que tiene el Real Madrid para evitar ver al Barça celebrando Liga y Champions League en otra gran temporada. Tanto es así que incluso entre los aficionados blancos existe una corriente mayoritaria para que los de Mourinho hagan cualquier cosa para que el Barça pierda el mayor número de efectivos de cara a la final.
Cumbre Florentino-Mou
Mientras todo esto pasa, el varapalo sufrido el sábado ante el Real Zaragoza ha sido muy duro. Ha afectado a todo el madridismo, incluido Jose Mourinho. Tanto es así que tras el choque frente al conjunto maño, Florentino Pérez se reunió con él para darle ánimos porque le vio muy decaído. El presidente le dio palmadas e incluso le aseguró que no pasa absolutamente nada si mañana el Real Madrid cae en el Camp Nou ante el Barça. Una muestra más de que en el seno del conjunto blanco nadie apuestapor una remontada ante el Barça. Aunque eso no significa que el Madrid baje los brazos, al contrario. Tiene todavía una misión que cumplir en el último clásico de esta temporada: evitar como sea que los azulgrana ganen la Champions.
La táctica es desquiciar a los de Pep Guardiola para que sean expulsados, la única posibilidad de que no estén en Wembley el próximo 28 de mayo, ya que los jugadores con amarillas pasarían limpios a esa final. Los 'elegidos', por llamarlos de alguna manera, son Leo Messi, Sergio Busquets y Dani Alves. Este trío ya se puede ir preparando porque van a ser el objetivo blanco para provocarlos con el fin de que pierdan los nervios y caigan en la trampa blanca. Evidentemente, el resto de azulgrana también tienen que estar atentos porque no van a ser impunes a la estrategia blanca.
Es la última bala que tiene el Real Madrid para evitar ver al Barça celebrando Liga y Champions League en otra gran temporada. Tanto es así que incluso entre los aficionados blancos existe una corriente mayoritaria para que los de Mourinho hagan cualquier cosa para que el Barça pierda el mayor número de efectivos de cara a la final.
Cumbre Florentino-Mou
Mientras todo esto pasa, el varapalo sufrido el sábado ante el Real Zaragoza ha sido muy duro. Ha afectado a todo el madridismo, incluido Jose Mourinho. Tanto es así que tras el choque frente al conjunto maño, Florentino Pérez se reunió con él para darle ánimos porque le vio muy decaído. El presidente le dio palmadas e incluso le aseguró que no pasa absolutamente nada si mañana el Real Madrid cae en el Camp Nou ante el Barça. Una muestra más de que en el seno del conjunto blanco nadie apuestapor una remontada ante el Barça. Aunque eso no significa que el Madrid baje los brazos, al contrario. Tiene todavía una misión que cumplir en el último clásico de esta temporada: evitar como sea que los azulgrana ganen la Champions.
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