El empate ante el Deportivo no aguó la fiesta de la Liga en el Camp Nou. Tras el partido, Puyol y Xavi, los dos capitanes del Barça, recogieron de manos del Presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, la Copa que les acredita como campeones de Liga.
Ante la atenta mirada del presidente Sandro Rosell y de un 'Estadi¿ a reventar, los dos capitanes azulgranas alzaron la copa al cielo, dando el pistoletazo de salida a una nueva fiesta azulgrana. El confeti azulgrana inundó el césped, donde sobre una tarima con el lema “Campions” ya esperaba la plantilla, vestida de corto, para botar de nuevo al ritmo de “campeones, campeones”.
A partir de ahí la alegría volvió a contagiarse de los jugadores que iniciaron una peculiar vuelta de honor al Estadi a ritmo de la archiconocida canción; 'Where are the Champions'. Pero el 'sabor' de la fiesta lo puso Nike y la 'guasa' de los de Guardiola. La marca deportiva que viste al Barça no quiso perderse la fiesta y repartió entre los aficionados 'els pebrots' azulgranas, con los que ya había estampado las camisetas de los campeones el pasado miércoles. Unos pimientos que los jugadores, que disfrutaron como nunca, acabaron lanzando al público durante su vuelta de honor. Y todo ante la atenta mirada del técnico, que una vez más cedió todo el protagonismo a sus jugadores.
Poco después las luces del Camp Nou se apagaban para dar paso a un bonito castillo de fuegos que tiñó también el cielo barcelonés de los colores azulgranas. Y como no, la fiesta no podía acabar sin la 'sardana' de los campeones. Un baile que al que el público del 'Estadi' se unió cantando a capela el himno del Barça.
Tras la pertinente foto de los campeones, los jugadores del Barça abandonaron el terreno de juego haciendo el pasillo a todo el 'staff' técnico. Guardiola y Tito se llevaron la Copa, y quizá por eso fueron los únicos que se libraron de las traviesas collejas de los futbolistas.
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