Pese a que su presencia en la final de la Champions League estuvo en la cuerda floja a causa de la denuncia por presuntos insultos racistas al madridista Marcelo en semifinales, Sergio Busquets considera que no tiene "nada que demostrar" en la final de Wembley. "No tengo ninguna rabia. Es un partido como cualquier otro y saldré igual de concentrado. Lo demás está todo al margen", ha asegurado el centrocampista a tres días de la final ante el Manchester United.
El de Badia se vio bajo los focos mediáticos al ser acusado por el Real Madrid porpresuntos insultos racistas. Sin embargo, el jugador catalán negó en círculos privados haber insultado al madridista, una posición que acabó aceptando la UEFA al considerar que no se podía demostrar que la grave acusación del club blanco fuera cierta.
"No hay que demostrar nada", recalca Sergio Busquets, que a sus 22 años va camino de alzar su segunda Champions. "No es especial ganar esta final por la denuncia. Especial es ganar muchos títulos y, en este caso, la segunda Liga de Campeones". El campeón del mundo se muestra "orgulloso" de poder ser el jugador más joven de los once que salten al césped deWembley.
Elogios a sus compañeros y también al rival
"Soy un jugador de equipo, no soy popular, y todo se lo debo a mis compañeros, sin ellos mi trabajo no serviría de nada", ha resaltado Busquets. El centrocampista tampoco se guarda elogios para su rival. "Me llama la atención el ManU en general. Línea por línea son grandísimos jugadores, porque estamos hablando de un equipo que últimamente ha llegado a muchas finales y tiene un gran conjunto", reconoce. Y añade que "es imposible quedarte con uno".
En todo caso, el día 28 tendrá la oportunidad de enfrentarse a ellos en Londres y poderse sacar la espina clavada por las criticas individuales y al equipo en conjunto. "Después de un año tan duro, lo tenemos tan solo a un partido", sentencia.
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