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martes, 11 de enero de 2011

XAVI:"CONTRA MESSI NO SE PUEDE COMPETIR"

"¡Contra este no se puede competir!" Se lo dice Xavi Hernández, señalando a Leo Messi y fingiendo un enfado inexistente, a Jorge Valdano, quien sale al encuentro del egarense en un pasillo del Palacio de Congresos de Zurich tras la Gala del FIFA Balón de Oro. El director general del Madrid quiere felicitar al centrocampista, a quien admira, por estar entre los tres finalistas, pero en parte también quiere consolarlo. Pronto se da cuenta de que no es necesario. Xavi bromea con unos y otros, ha encajado el golpe con deportividad y profesionalidad. Por la derecha le adelanta Andrés Iniesta, aparentemente algo más serio, pero con tiempo para detenerse a firmar autógrafos y una camiseta con su paciencia habitual. Valdano se gira y exclama para sí mismo, aunque con la suficiente fuerza para ser oído: "Estos son más buenos que el agua mineral: la decepción se les pasará pronto".
Xavi e Iniesta seducen en la victoria y en la derrota. Cautivan a un rival como Valdano por su elegancia en las declaraciones. El de Terrassa se rinde ante Leo: "Estoy muy contento por él, la verdad es que si hay que escoger al mejor del mundo, ese jugador es Messi". Pero se rinde este año porque amenaza con batirle en la próxima edición: "Ojalá esté aquí el año que viene, tengo la misma ilusión de antes de la Gala y no la voy a perder". Y resume todo lo sucedido: "El Balón se queda en casa".
Iniesta coincide: "Lo importante es que se queda en el Barça". Y pone cara de alucinado cuando le califican el resultado de sorpresa: "¿Sorpresa que gane Leo?, ¿Leo?, todos conocemos su calidad, no puede ser una sorpresa. Cualquiera pudo ganar. Hay que respetar las votaciones". A Andrés sí se le ve algo más tocado, quizás porque era favorito tras la errónea filtración de 'La Gazzetta dello Sport'.
A Piqué le sabe mal por Iniesta y Xavi, pero entiende que "si se trata de valorar el nivel individual, Messi está un escalón por encima de cualquiera". Villa prefierequedarse con un sentimiento colectivo: "Los tres merecían ser los ganadores". Hasta a Mourinho, con matices, le sale una parte de aquel corazón azulgrana del que un día presumió: "Lo siento un poco por Xavi porque le conozco personalmente desde hace años y ha tenido una gran trayectoria, pero cuando ganan jugadores de otro mundo no te puedes molestar. Yo prefería a Sneijder o Diego Milito, también a Cristiano, pero hay que aceptar que los tres finalistas eran grandes jugadores".
Y mientras los 'perdedores' sonreían, apareció Leo Messi, agarrado a su segundo Balón de Oro como un niño con un peluche, feliz, pero contenido, casi avergonzado por haber roto el sueño de sus amigos. No es consciente de que contra él no se puede competir.

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