Empieza el 2011 y el Barça lo estrena con el deseo de que sea aún mejor que el 2010 y con la voluntad de continuar demostrando que su hambre de éxito y sus ganas de hacer el más difícil todavía permanecen intactos. Desde que Pep Guardiola se sienta en el banquillo del Camp Nou este equipo ha demostrado que nunca tiene bastante. Despejada la amenaza de huelga que se cernía sobre esta jornada que inaugurará el nuevo año, el Barça recibe esta tarde en su estadio al Levante. Lo hará defendiendo la condición de líder que ostenta desde el célebre 5-0 al Real Madrid y enlazando ya diez triunfos consecutivos en la Liga. De esta manera, si el Barça logra hoy la undécima victoria habrá firmado su mejor serie en la Liga desde que Guardiola es su entrenador. En la temporada 2008-2009, la del histórico triplete, ya rubricó una racha de diez triunfos. El récord absoluto del club en el torneo de la regularidad lo ostenta Frank Rijkaard, con 14 victorias consecutivas en la Liga 2004-2005.
En la sucesión de récords que este Barça insaciable está en disposición de acumular ya se avistan otros registros históricos: con 23 partidos oficiales consecutivos sin derrota, el equipo azulgrana puede igualar hoy la marca de Rijkaard en la campaña 2004-2005, quedando a tres partidos de los 27 que se mantuvo invicto en la temporada 1973-1974, la primera de Johan Cruyff como jugador y con Rinus Michels como entrenador. También es día de efemérides individuales: Xavi Hernández atrapa hoy a Migueli como jugador con más partidos oficiales en toda la historia del Barça, 549.
Sin Leo, Piqué, 'Puyi' y Afellay
Este es el marco estadístico de un partido que reúne condicionantes muy específicos que le confieren una cuota de imprevisibilidad ligeramente superior a la de cualquier otra jornada. ¿Por qué? Para empezar, todos vienen de pasar unos días de vacaciones navideñas. Volver a conectarse al frenético ritmo de siempre no es tan sencillo. Baste recordar que el Barça estrenó el 2010 con un empate en el Camp Nou ante el Villarreal.
A ello hay que agregar el parte de notabilísimas bajas del campeón. Por un lado, Leo Messi apura sus vacaciones para estar con las pilas cargadas de cara al comprometido partido de vuelta en los octavos de la Copa ante el Athletic, tras el 0-0 de la ida. Por otra parte, no estarán tampoco sobre el césped los dos jefazos de la defensa, ni el sancionado Gerard Piqué ni el lesionado Carles Puyol, roto en el Catalunya-Honduras. Por último, tampoco estará aún disponible para Guardiola el único fichaje del mercado invernal, Ibrahim Afellay, por culpa de otra esperpéntica trampa burocrática de las autoridades federativas. La inédita pareja de centrales formada por Éric Abidal y Marc Bartra puede tener su oportunidad.
Guardiola irá con todo lo que tenga, sin pensar más de lo debido en el Athletic-Barça de la Cabalgata de Reyes. Ni siquiera el 8-0 que se llevó el Levante en su último partido oficial del 2010, en la Copa ante el Real Madrid, le va a pillar con la guardia baja. Al revés, lo más probable es que le diga a sus jugadores que los granota están locos por rehabilitar su imagen.
En la sucesión de récords que este Barça insaciable está en disposición de acumular ya se avistan otros registros históricos: con 23 partidos oficiales consecutivos sin derrota, el equipo azulgrana puede igualar hoy la marca de Rijkaard en la campaña 2004-2005, quedando a tres partidos de los 27 que se mantuvo invicto en la temporada 1973-1974, la primera de Johan Cruyff como jugador y con Rinus Michels como entrenador. También es día de efemérides individuales: Xavi Hernández atrapa hoy a Migueli como jugador con más partidos oficiales en toda la historia del Barça, 549.
Sin Leo, Piqué, 'Puyi' y Afellay
Este es el marco estadístico de un partido que reúne condicionantes muy específicos que le confieren una cuota de imprevisibilidad ligeramente superior a la de cualquier otra jornada. ¿Por qué? Para empezar, todos vienen de pasar unos días de vacaciones navideñas. Volver a conectarse al frenético ritmo de siempre no es tan sencillo. Baste recordar que el Barça estrenó el 2010 con un empate en el Camp Nou ante el Villarreal.
A ello hay que agregar el parte de notabilísimas bajas del campeón. Por un lado, Leo Messi apura sus vacaciones para estar con las pilas cargadas de cara al comprometido partido de vuelta en los octavos de la Copa ante el Athletic, tras el 0-0 de la ida. Por otra parte, no estarán tampoco sobre el césped los dos jefazos de la defensa, ni el sancionado Gerard Piqué ni el lesionado Carles Puyol, roto en el Catalunya-Honduras. Por último, tampoco estará aún disponible para Guardiola el único fichaje del mercado invernal, Ibrahim Afellay, por culpa de otra esperpéntica trampa burocrática de las autoridades federativas. La inédita pareja de centrales formada por Éric Abidal y Marc Bartra puede tener su oportunidad.
Guardiola irá con todo lo que tenga, sin pensar más de lo debido en el Athletic-Barça de la Cabalgata de Reyes. Ni siquiera el 8-0 que se llevó el Levante en su último partido oficial del 2010, en la Copa ante el Real Madrid, le va a pillar con la guardia baja. Al revés, lo más probable es que le diga a sus jugadores que los granota están locos por rehabilitar su imagen.
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