El desafío está ahí: hay que mantener la competitividad en una plantilla que lleva tres años ganándolo casi todo, 10 de 13 títulos. Fichar es un asunto delicado en este Barça, por la excelencia de su equipo titular y por un estilo tan peculiar que hace difícil dar con las piezas adecuadas, incluso con el mundo entero por mercado. Pero los técnicos lo consideran necesario. Quieren renovar algunas caras en el personal del vestuario, lo que supone nuevos estímulos para todos, para los que juegan más y los que juegan menos. Cuatro fichajes son los que tienen programados y afectarán a todas las líneas. La idea es que vengan un defensa, un medio y dos delanteros. De todos ellos, el centrocampista es quien solamente tiene un candidato. Debe ser Cesc Fàbregas, ningún otro. ParaPep Guardiola, Cesc es el fichaje madre, el que viene pidiendo desde el pasado verano para elevar la competitividad y asegurar la continuidad del modelo futbolístico. El esfuerzo económico que suponga para el club condicionará todo lo demás.
Sobre las otras necesidades sí se puede debatir, con unas listas más o menos abiertas. Por ejemplo, en la defensa la prioridad ha cambiado. Ya no se quiere traer a un central tras el descubrimiento de Abidal y Mascherano. Ahora, la idea es incorporar a un lateral izquierdo, que será con toda probabilidad el fichaje menos oneroso para las arcas del club. Ahí está el ejemplo de José Ángel, del Sporting, o José Enrique, del Newcastle, éste último novedad en la lista de futuribles, como pareja de baile de Adriano, ya que Maxwell se irá.
Y queda la delantera. El gol es caro y el Barça lo asume.Alexis Sánchez y Giuseppe Rossi son los preferidos, pero el verano es largo y lo importante es acertar.
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