A falta de Messi, acudió Pedro al rescate de un Barça atascado. El equipo de Pep Guardiola acusó las vacaciones navideñas y tardó 45 minutos en finiquitar a un Levante respondón. Los de Luis García Plaza cerraron líneas y aprovecharon la defensa de circunstancias que presentaba su rival para pisar el área de Valdés cada vez que pasaba el centro del campo. Pero hasta el 80, ya con 2-0 abajo, no le supo batirle. Lejos de la forma física y la precisión exhibida a final de año, al Barcelona le costó combinar con fluidez y acabó pidiendo la hora. Xavi e Iniesta mandaban en el centro del campo, pero Pedro, Villa y Bojan no aparecían. Las mejores ocasiones azulgranas en la primera parte llegaron con internadas de Iniesta dentro del área, pero unas veces Manolo Reina y otras la mala puntería evitaron el gol.
Sin Piqué ni Puyol, Busquets ejerció de parche en el centro de la zaga junto a Abidal. El Levante lo aprovechó, pues pisó área con mucho más frecuencia que los últimos visitantes en el Camp Nou. Juanlu, que recibió un penalti no señalado, estaba en casi todas las jugadas peligrosas. Un centro suyo lo remató Jordá en el área pequeña, aunque estaba en fuera de juego. Un disparo a bocajarro de Xisco que dio en Maxwell fue la otra gran ocasión levantinista antes del descanso.
Con el desatascador por excelencia descansando por vacaciones, surgió Pedro. Lo hizo con la complicidad de Dani Alves, que le asistió en las dos jugadas. En la primera, después de recortar a un rival y esperar pacientemente, en posición de disparo, la mejor opción. Encontró al tinerfeño, que hizo otro recorte y remató a gol. La acumulación de jugadores del Levante en campo propio era tal que el balón pasó entre cuatro hombres. El segundo llegó en un centro de Dani Alves al borde del área, donde esperaba Pedro. El canario volvió a encontrar portería, esta vez en un disparo seco y con efecto. Rozó después Pedro el hat-trick con un remate al larguero.
Entre medias, el Levante había respondido con un cabezazo de Jordá a las manos de Valdés. Ausente por lesión Caicedo, la altura del punta catalán dejó en el banquillo a Stuani, que acabaría marcando. El Barça bajó el ritmo y el Levante pareció hincar la rodilla, pero un envió de Valdo lo remató con maestría el uruguayo. Stuani no dejó que cayera el balón y lo colocó, con la izquierda, lejos de Valdés. Quedaban diez minutos y el Barcelona se enrabietó, gozando de tres aproximaciones de peligro. Sólo en algún centro inquietó al final el Levante. El líder acabó sumando tres puntos a medio gas y gracias a un Pedro que no descansa por vacaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario