El Barcelona y la selección española aplauden: Carles Puyol está a punto de regresar. El defensa ha sufrido una larga lesión en su rodilla. Desde el mes de enero sólo ha jugado cuatro partidos, tres contra el Real Madrid, el de Liga BBVA y los de Champions, y tres minutos simbólicos en la final de Wembley. La culpa es de una tendinopatia en el vasto externo de la rodilla izquierda, la que provocó inflamación y microdesgarros en los tendones que la rodean. El pasado 1 de junio, después de la final de la Champions, pasó por el quirófano para extirparle un cuerpo libre cartilaginoso que le molestaba. Los pronósticos del doctor Ramón Cugat, una eminencia en lesiones de rodilla, se han cumplido. Tres meses después Puyol entrena con normalidad.
Su lenta y desesperante recuperación no solo la ha sufrido él. La vida para el Barcelona y la selección española sin Puyol ha sido un martirio. El conjunto de Pep Guardiola lo ha sobrellevado recolocando a Abidal, Mascherano y hasta Busquets. Con una defensa postiza se llevó la Champions y la Liga BBVA, pero su presencia siempre es esencial. A la selección, carente de partidos oficiales importantes en este tiempo, le ha afectado más. “Nos ha faltado actitud en defensa”, denunció Del Bosquetras la victoria ante Chile, en el que tampoco estaba Piqué. Su intensidad se echa de menos y no se avista, a corto plazo, un repuesto del mismo nivel. Ante la Real Sociedad, el próximo sábado, o como mucho ante el Milan, Puyol redebutará. Está en el final del túnel. Todos lo agradecen.
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