Leo Messi estaba bajo presión. Su sequía goleadora, su poca fortuna en el remate ha vertido ríos de tinta y rellenado horas de falsos debates sobre una presunta crisis. Con el Barça sacando adelante los partidos con más problemas de los debidos, existía un cierto nerviosismo para ver cómo el conjunto azulgrana, y su gran estrella en especial, encaraban la siempre complicada visita del Mallorca. Las posibles dudas quedaron disipadas en menos de media hora. Para ser exactos, en veintinueve minutos y unos escasos segundos.
La lupa de la sospecha que apuntaba directamente sobre el mejor jugador del mundo acabó una vez más distorsionada. Los errores detectados se transformaron en virtudes y los silencios sepulcrales quedaron enterrados por atronadores aplausos de un Camp Nou entregado a su ídolo. El Barça estaba obligado a reaccionar y su estrella debía brillar como nunca. Una vez más, Leo no falló, y puntual a la cita, rompió el partido y destrozó al rival de turno con un repertorio goleador brutal. Lo hizo a lo grande, con otro hat trick, pero en esta ocasión aportando un detalle novedoso: tres dianas en menos de media hora. Otro récord personal en Can Barça. A estas alturas, por supuesto, el futbolista vuelve a distanciarse en la tabla de pichichi con 13 goles. La pareja madridista, Higuaín y Cristiano Ronaldo, siguen su estela con 10 dianas.
Messi está acostumbrado a sorprender a dejar boquiabiertos a propios y extraños. Y ayer tenía que romper su sequía de una forma especial. Por ejemplo, demostrando que la frustración del penalty fallado ante el Sevilla no había dejado huella alguna. Y así fue. El 1-0 fue producto de una pena máxima en la que chutó a romper. Todo lo contrario que hizo en su segundo tanto. En esta ocasión ejerció de artillero, de 'pichichi', y aprovechó un disparo erróneo de Adriano para empujar el balón al fondo de la portería. Oportunismo puro y duro.
Ya con el Camp Nou entregado por completo y soñando con otro de esos tripletes que acaban con el balón en las vitrinas de su improvisado museo, llegó el decimosegundo hat trick del argentino. Este fue algo más elaborado. Alves centró un balón espléndido que requería de una pequeña sutileza para superar al central y descolocar al portero, uno de esos detalles que Leo sabe hacer como nadie. Pequeño golpeo, tercera diana y otro registro superado en el minuto 29 con escasos segundos. No se trata de un dato cualquiera. En la historia del Barça solo Eto¿o y Tejada presentan un balance ligeramente superior en sus grandes tardes. El camerunés ostenta el hat trick más veloz en solo 23 minutos. Tejada le sigue de cerca con otro ilustre triplete en 28 minutos. Ahora Leo Messi les pisa los talones a todos.
Las gestas del astro argentino contrastan con su serenidad al comentar lo vivido minutos antes frente al Mallorca. En plena avalancha de comentarios oportunistas, Leo calló bocas como solo él sabe hacer: goles, arte y más puntos en la clasificación azulgrana. “Nunca me ha preocupado eso de no marcar. Siempre he estado tranquilo y convencido de que más tarde o más temprano llegarían los goles”, apuntó.
Ni antes estaba malhumorado ni anoche era un derroche de alegría. Messi se limitó a constatar otra gran máxima del vestuario azulgrana. “El equipo estuvo bien y fuimos a buscar el partido desde el inicio. El gol tan rápido nos ayudó muchísimo para encontrar otros espacios. Los visitantes siempre se cierran mucho pero con el marcador a favor fue más sencillo”. Nada de preocupaciones ni atisbo de crisis.
